Historia del TSJ Extremadura

El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, con sede en Cáceres, entró en funcionamiento en 23 de mayo de 1989, fecha señalada por Acuerdo del Pleno del Consejo General del Poder Judicial  para su constitución y en cumplimiento de lo que venía establecido en la Ley de Demarcación y de Planta Judicial.

Ese día  tomaron posesión todos sus miembros y se inició la competencia atribuida a las Salas de lo Civil y Penal, Contencioso-Administrativo y Social. Se culminaba la organización judicial en nuestro ámbito territorial.

Como antecedente más inmediato al inicio del mismo, también con sede en Cáceres, existía la Audiencia Territorial.

Para conocimiento de la importancia y trascendencia que ha tenido la Justicia en nuestra Comunidad, es preciso remontarse a la historia y nada mejor que dejar narrar los hechos a quienes la vivieron.

Creada “La Audiencia Real con sede en Cáceres” por Pragmática Sanción de mayo de 1790, la detallada descripción de la ceremonia de Apertura, que obra en documento en el Archivo Histórico,  nos da una idea de  la repercusión social que tuvo en su momento.

Transcribimos a continuación algunos célebres párrafos “De la Nota de la Diligencia de Apertura de la Real Audiencia de Extremadura” de José Francisco de la Peña:

"En Veinte y siete de Abril de mil setecientos nobentayuno se hizo la función de abertura de la Rl. Audiencia de Extremadura en esta villa de Cazeres, en la qual se observó el Zeremonial aprobado por S. M. (que Dios guarde) en su Rl. Cédula de Veinte de febrero del presente año, que por su orden, sustancialmente es como aquí se expresa, a saver: Los señores Dn. Arias Antonio Mon y Velarde, Dn. Juan Josef de Alfranca y Castelote, Dn. Franco Xavier de Contreras, Dn. Juan Antonio de Ynguanzo, el primero Regente, y los otros tres oidores, Dn. Melchor Vasadre, Dn. Joseph Antonio Palacio, Dn. Agustín Cubeles y Roda, Dn. Pedro Bernardo de Sancho Yerto, Alcaldes del Crimen, y el Conde de la Concepción, fiscal de lo Civil y Criminal, se congregaron en el Convento de San Francisco extramuros de esta villa a la ora de las diez y media de la mañana (en que se suspendio la llubia) a el que concurrieron cada qual en particular…

En el dicho Combento se adornó con tapizes y sillas decentes una Sala espaciosa en cuyo trastero se colocaron el Regente y Ministros, y a la hora señalada, precedido recado por medio de los escribanos de Ayuntamiento, entro éste en la misma Sala, recibido por el Secretario de Acuerdo con el acompañamiento de los Caballeros de esta villa, que habían sido combidados expresamente para esta función, trayendo éstos y los Yndividuos de Ayuntamiento vestidos de gala y precedido el acatamiento al Tribunal, que para ese acto se puso en pie, tomaron los asientos por un corto espacio, mientras se disponía por los subalternos lo necesario para el buen orden de las carrozas, coches y personas de la comitiva, en la forma que se expresará. Y haviendo bajado a la Puerta de la Portería del mismo combento acompañados del Reverendísimo Padre Provincial, que á la sazón se halla en él, Padre Guardián y Comunidad, fueron tomando sus coches los Caballeros, Ayuntamiento y demás señores del Tribunal, en cuyos terminos y a muy corto paso se tomó la dirección para esta Villa, por el sitio que dicen del Camino Llano á la Parroquia de San Juan, Calle de Pintores, Plaza, Calle de Zapatería Baja hasta llegar á las Casas de la Audiencia, habiéndose executado con toda solemnidad, pausa y circunspección, manifestando los vecinos de esta Villa un jubilo singular que en parte demostraron por el medio de haver puesto decentes colgaduras en las ventanas y balcones de la Carrera."

A continuación el autor describe detalladamente el orden que debía seguir el séquito, la llegada a la sede la Real Audiencia y el lugar que ocupa cada personaje.Y continúa:

"Haviéndose entrado en la dicha Sala Civil y de Acuerdo, ocuparon los Señores Regente y Ministros sus respectivos asientos, que así mismo, ocuparon los suyos los Abogados, Relatores, Escribanos de Acuerdo y Camara, y los Procuradores, a cuya presencia, y la de diversos Caballeros y demas personas eclesiásticas y seculares que tubiesen cabimiento en la Sala, de varandilla afuera, de orden del señor Regente, por mí el Secretario de Acuerdo, se leyó en voz inteligible la Rl. Pragmatica Sancion, que con fuerza de ley, se sirvio librar nuestro Catolico Augusto Monarca Reynante (que Dios guarde) en treinta de mayo de mil setecientos noventa por la qual se dignó establecer esta Rl. Audiencia y es la que impresa se unirá a este Expediente, a continuación de esta diligencia; y seguidamente, el Señor Regente, dixo una Oracion inauguratoria, segun lo requería la funcion del día.

Despues de lo qual y en acto continuado, se trataron algunos puntos pertenecientes al buen régimen y gobierno de esta Rl. Audiencia, concluyéndose todo ello a las dos de la tarde.

Para no privar a las Damas de la villa, Caballeros y forasteros de la satisfaccion de ver, y presenciar la instalación del Tribunal, se dispuso hubiese algunos asientos en alto, en la pieza que por el pronto está destinada para Secretaria de Acuerdo, desde donde disfrutaron la funcion por estar enfrente de la Sala del Tribunal.

La noche de este mismo dia, el Señor Regente, tubo en su casa combidados á los Señores Ministros, Togados, a los Yndividuos del Ayuntamiento, Caballeros, sus Mugeres y Familias, al Vicario eclesiástico, Curas Párrocos de esta villa, Prelados de sus Comunidades, Regulares y otras personas de distinción a quienes se sirvió con un abundante refresco, y retirados que fueron los curas y Prelados Regulares, hubo la diversión de un serio sarao con la música de la Catedral de Plasencia que franqueó aquel Ilte. Cabildo a la insinuación que para ello le hizo el Señor Regente, y para que conste y de ello haya noticia en lo sucesivo, lo pongo por nota, según está mandado, de que certifico."

Desde el inicio de la Real Audiencia (1791), denominada   Audiencia Territorial desde 1834, hasta la constitución de Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, en  1989, habían transcurrido casi dos siglos. En 1991 se conmemoró el Bicentenario.