Reconocen que se apoderaron de 65.000 euros del propietario de la casa en la que vivía

La Audiencia de Cantabria condena a un hombre y a una mujer como autores de un delito continuado de hurto y otro de estafa agravada en concurso con falsedad documental

Autor
Tribunal Superior de Justicia (Cantabria)

Santander, 15 de mayo de 2025.-

 

La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado hoy a un hombre y a una mujer por llevarse de la casa en la que vivían diversos objetos por valor de 2.000 euros, utilizar talones bancarios del propietario de la vivienda para apoderarse de 53.000 euros y usar su tarjeta de crédito para extraer 11.500 euros del cajero.

 

El juicio estaba señalado en la Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria para la mañana de hoy, pero al inicio del mismo las partes han alcanzado un acuerdo.


El tribunal ha llevado a sentencia el acuerdo y les ha condenado como autores de un delito continuado de hurto y un delito de estafa agravada en concurso con falsedad documental a la pena de dos años y tres meses de prisión así como multa de 480 euros para él, por reincidente, y un año y diez meses de cárcel y multa de 360 euros para ella.

 

A la hora de aplicar la pena se ha tenido en cuenta la concurrencia de dos circunstancias atenuantes de la responsabilidad penal: dilaciones indebidas –los hechos datan de 2016- y reparación del daño –han consignado judicialmente 3.000 euros antes de la celebración del juicio-.

 

En concepto de responsabilidad civil, deberán indemnizar a los herederos del hombre, que falleció meses después a los hechos, en las cantidades sustraídas.

 

 

Hechos probados

 

Según los hechos reconocidos hoy por los acusados, empezaron a vivir en casa de un hombre tras el acuerdo alcanzado por los tres para ayudarse mutuamente.

 

Encontrándose el propietario de la vivienda ingresado en el hospital, donde permaneció siete meses, el acusado, en connivencia con la acusada, “con la finalidad de obtener un beneficio económico ilícito, se llevó de la vivienda sin consentimiento” de su dueño diversos efectos, por un valor de cerca de 2.000 euros.

 

La estancia en el hospital del propietario de la casa fue prolongada, lo que motivó que este solicitase al acusado que le acercara su talonario personal de cheques y le autorizó para que extrajera del banco 3.500 euros para compras de material ortopédico.

 

Así, una vez que tuvieron acceso al talonario, la acusada, “con conocimiento y cooperación del acusado”, procedió a rellenar “diversos talones como si los firmase el perjudicado y fijándose a ella misma como la destinataria”. De este modo obtuvieron cerca de 53.000 euros.

 

Finalmente, durante ese tiempo llegó a la casa una tarjeta de crédito con el pin para su utilización a nombre del perjudicado, que fue empleada por el acusado para extraer del cajero en diversas fechas cantidades de dinero hasta un total de 11.500 euros.