La Audiencia de Cantabria condena a dos años de prisión al hombre que agredió sexualmente a su compañera de piso, tras reconocerlo y reparar parcialmente el daño
Concurre la atenuante de reparación del daño, al haber consignado 1.500 euros
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- Tribunal Superior de Justicia (Cantabria)
Santander, 29 de mayo de 2025.-
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años de prisión a un hombre que agredió sexualmente a su compañera de piso cuando esta se encontraba en su propia habitación, bebida y sobre la cama.
Además, no podrá acercarse ni comunicar con la mujer durante seis años, estará inhabilitado para profesión con menores durante diez años, tendrá una medida de libertad vigilada tras la prisión de cinco años, e indemnizará a la mujer con 3.000 euros.
El juicio estaba señalado el pasado martes, pero al inicio del mismo las partes alcanzaron un acuerdo.
El acusado reconoció los hechos y admitió ser autor de un delito de agresión sexual, con la concurrencia de la circunstancia atenuante de la responsabilidad penal de reparación del daño, ya que antes del inicio del juicio consignó 1.500 euros para afrontar la posible responsabilidad civil en que pudo haber incurrido –ahora deberá abonar a la víctima los 1.500 euros restantes-.
Según consta en la sentencia, el acusado vivía en régimen de alquiler compartido con otras personas, cada una en su propia habitación.
Los hechos por los que se le ha condenado sucedieron sobre las cinco de la madrugada, cuando una compañera de piso había llegado a la casa “afectada por la ingesta de bebidas alcohólicas, por lo que se dirigió a su cuarto, tumbándose vestida sobre la cama, tapada con la colcha”.
Seguidamente, el ahora condenado, “con la excusa de preguntar cómo se encontraba, se introdujo en su cuarto” y, tras decirle si quería comer algo, “con intención de satisfacer sus deseos libidinosos atentando contra la libertad sexual de la mujer, introdujo su mano debajo del pantalón y de la ropa interior, masturbándole”.
El acusado cesó en su comportamiento cuando el hermano de la mujer, que también vivía en la casa, entró en la habitación al oír un teléfono móvil en el cuarto del acusado y no encontrarle allí.