Condenado por maltrato animal un hombre que mató a un perro a patadas
- Autor
- Tribunal Superior de Justicia (Cantabria)
El Juzgado le sustituye la pena de ocho meses de prisión por 240 jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad
Intervino en la pelea en la que su perro y el otro can se habían enzarzado y, pese a separarles, continuó pateando al animal hasta su muerte
Santander, 31 de marzo de 2016.-
La titular del Juzgado de lo Penal nº 3 de Santander ha condenado a ocho meses de prisión a un hombre por patear hasta la muerte a un perro con el que su can se había enzarzado.
El hombre, condenado por un delito de maltrato a animal doméstico, no tendrá que cumplir la pena de cárcel, ya que la magistrada se la ha sustituido por 240 jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad.
Además, ha sido condenado a inhabilitación especial para ejercer profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales durante dos años.
Junto a ello, deberá indemnizar con 4.000 euros a la dueña del perro fallecido, por el valor del animal –un macho de raza Gos D’Atura de siete años de edad-y por los daños morales sufridos.
Según declara probado la sentencia, el hombre paseaba con su perro por una calle de Santander cuando éste se encontró con otro can que estaba suelto en la acera, en la puerta de un establecimiento en el que compraba su dueña.
Ante la situación de pelea mutua, el hombre, que vestía calzado de montaña, se dirigió al otro perro y “a sabiendas de que podía generarle un grave menoscabo a su integridad física o incluso la muerte”, le propinó varias patadas hasta separarlo de su perro, que no llegó a sufrir lesión alguna.
“El acusado, sin embargo, no cesó en su comportamiento”, añade la sentencia, que relata cómo “continuó propinándole repetidas patadas en la zona comprendida entre las patas delanteras y traseras”.
Cuando la dueña del animal salió del establecimiento, el perro se dirigió a ella pero “únicamente fue capaz de avanzar escasos metros, cayendo al suelo, convulsionando y falleciendo a continuación”.
“Brutal agresión”
Subraya la magistrada la “rotunda y contundente” declaración de un testigo, que vio cómo el hombre lanzaba patadas “con el ánimo de separar” a los perros “pero especificando también con claridad que una vez apartados, el acusado se acercó hasta el perro que estaba solo empezando nuevamente a patearle”.
“Su testimonio resulta seguro y categórico, distinguiendo claramente la acción inicial del implicado frente a los perros enganchados para apartarlos, de la secuencia posterior, en la que una vez separados aquellos, sin peligro alguno personal o para su animal, cuando el otro perro se retiraba hacia las escaleras, y trasladándose el espacio que les distanciaba, arrinconándole, comienza una brutal agresión”, señala la magistrada.
Esta sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cantabria.