El Foro Justicia y Discapacidad premia al diario digital CERMI.es como referente informativo de las personas con discapacidad y sus familias

Otorga también su reconocimiento a la Asociación CEPRI, al Colegio de Educación Especial CISEN y a la abogada Raquel López Lorenzo

Autor
Comunicación Poder Judicial

El Foro Justicia y Discapacidad del Consejo General del Poder Judicial ha acordado otorgar sus XVIII premios anuales en sus distintas categorías a la Asociación CEPRI, al diario digital CERMI.es, al Colegio de Educación Especial CISEN y a la abogada Raquel López Lorenzo. Los premios que otorga el Foro, que preside la vocal Isabel Revuelta, constituyen un reconocimiento a la contribución de los premiados a la mejora de la vida de las personas con discapacidad, al ejercicio pleno de sus derechos y a la eliminación de cualquier tipo de discriminación y barreras.  

Además del CGPJ, forman parte del Foro el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes y el de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030; la Fiscalía General del Estado; el Consejo General de la Abogacía Española; el Consejo General de Procuradores de España; el Consejo General del Notariado (Fundación Aequitas); el Colegio de Registradores de la Propiedad Mercantil y de Bienes Muebles de España; el Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales; el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI); Plena Inclusión y la Fundación ONCE. 

Premio a una actuación empresarial 

En la categoría “A una actuación empresarial, por su contribución a la integración laboral de las personas con discapacidad”, el premio ha sido otorgado a la Asociación CEPRI, que desde 1973 trabaja por la educación e inclusión de personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA). En los últimos años, se ha convertido en un referente por su modelo de atención integral, que no solo cubre las necesidades educativas y terapéuticas de las personas con autismo, sino que también impulsa su proyecto de vida independiente, facilitando la adquisición de habilidades para la vida adulta, el acceso al empleo y la plena participación en la sociedad. 

Los ejes clave de esta asociación son la innovación tecnológica y metodológica, la inclusión real -no simbólica- de las personas con TEA, sus programas de empleo con apoyo y de inserción sociolaboral y el trabajo en red como medio para lograr influencia social. 

Un ejemplo del trabajo de esta asociación lo constituye el proyecto de colaboración con empresas, administraciones públicas y organizaciones sociales para que las personas con autismo puedan desempeñar en todos esos ámbitos tareas y actividades, logrando de este modo generar la necesaria confianza para que más organizaciones colaboren con el proyecto y abran sus puertas a la integración. 

Premio a un medio de comunicación social 

En la categoría “A un medio de comunicación social” el galardón ha recaído en el diario CERMI.es, un medio digital especializado que se ha convertido en una fuente de referencia tanto en el ámbito de la discapacidad como para una ciudadanía que busca información fiable, crítica y de servicio. 

Ofreciendo al lector información diaria sobre políticas públicas, legislación, accesibilidad, igualdad, derechos humanos y actualidad social, siempre desde el rigor y con una clara vocación de servicio público, CERMI.es ha logrado mantener una presencia firme y sostenida en el ecosistema informativo relacionado con la discapacidad durante los seis primeros meses de 2025.  

Los datos de lectura e interacción de ese periodo muestran que los ciudadanos han acudido a este diario para informarse y movilizarse en torno a cuestiones urgentes como el acceso a derechos, las barreras del entorno o las reformas legislativas. 

Premio a una institución 

El Colegio de Educación Especial CISEN ha sido galardonado con el premio “A una institución” por la labor comprometida y transformadora que lleva desarrollando desde sus inicios en Argentina cuando, como institución familiar y privada, atendía a personas con parálisis cerebral. 

La segunda generación de la familia fundadora continuó con el proyecto en España y, fruto de ello, en 1983 fundó el colegio como iniciativa privada centrada en la educación de personas con discapacidad. En 2006 se convirtió en un centro concertado con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y en 2014 pasó a formar parte de la Fundación CISEN, con un enfoque más amplio, orientado a la atención, orientación y acompañamiento de personas con discapacidad intelectual, física y/o sensorial. 

La fundación acoge a un alumnado de entre 3 y 22 años con diagnósticos diversos y perfiles complejos, sin un patrón único, que abarca trastornos del neurodesarrollo, enfermedades raras, condiciones sensoriales o genéticas que se presentan en combinaciones únicas en cada persona, lo que requiere enfoques educativos personalizados y atención constante a los aspectos emocionales y relacionales. 

Su modelo educativo se basa en el apoyo individualizado y el acompañamiento personalizado de alumnos y alumnas. A través de diversos proyectos educativos y terapéuticos, promueve una educación adaptada a cada persona, orientada al desarrollo emocional, la comunicación, la autoestima y la autonomía. 

Parte de la premisa de que el entorno escolar debe ser un espacio generador de bienestar, capaz de acoger, inspirar y estimular a cada persona desde sus necesidades individuales. Por ello, su propuesta gira en torno al desarrollo emocional, cognitivo y social del alumnado, a través de entornos naturales, experiencias compartidas y una mirada innovadora. 

Este compromiso con el bienestar emocional nace de una convicción pedagógica profunda: sin estabilidad emocional, no es posible un aprendizaje significativo ni una inclusión real. Cada intervención educativa se fundamenta en la sensibilidad emocional, el respeto por los ritmos individuales y la apertura al mundo interior de cada alumno, independientemente de su diagnóstico, lenguaje o capacidad comunicativa. 

Desde esta perspectiva, se promueve una cultura emocional que imbuye toda la vida escolar: desde las rutinas diarias hasta el trabajo curricular. Esta cultura incluye estrategias de regulación emocional, expresión de sentimientos y resolución pacífica de conflictos. 

Muchos de sus alumnos y alumnas no cuentan con las herramientas necesarias para identificar, expresar o autorregular sus emociones, lo que puede derivar en situaciones de estrés, ansiedad, retraimiento, conductas disruptivas o desconexión con el entorno. En otros casos, las dificultades comunicativas o cognitivas agravan la sensación de inseguridad o frustración. Por eso, en este modelo educativo, el bienestar emocional no se concibe como un área específica, sino como un eje transversal que impregna todo el proyecto educativo. 

Premio a una trayectoria personal 

Finalmente, el galardón “A una trayectoria personal” ha recaído en la abogada Raquel López Lorenzo, por su labor en favor del desarrollo de la inteligencia espiritual de las personas con discapacidad, una dimensión que -tal y como afirman pensadores como la estadounidense Danah Zohar y el filólogo y teólogo español Francesc Torralba- es parte esencial del ser humano y permite cultivar la empatía, la compasión, la autoconciencia y una comprensión más profunda de la existencia. 

Con la promoción de la inteligencia espiritual de las personas con discapacidad, la galardonada da cumplimiento a lo establecido en el artículo 3 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que reconoce el respeto a la dignidad inherente, la autonomía individual -incluida la libertad de tomar las propias decisiones- y la plena participación en la sociedad. Este respeto abarca también el reconocimiento del “yo” interior, espiritual o religioso, como una dimensión inseparable de la identidad de toda persona. 

Madre de dos hijos, un niño y una niña nacidos en 2002 y 2006, ambos diagnosticados con fibrosis quística, cuando sus hijos fueron creciendo y desarrollándose también en el plano de la inteligencia espiritual, constató que la sociedad no ofrecía una respuesta adecuada a estas necesidades de desarrollo cuando se trataba de personas con discapacidad. 

Ante esta realidad, decidió volcar sus esfuerzos en remover esos obstáculos y promover la igualdad y la autonomía en el ámbito del desarrollo espiritual, contribuyendo de manera significativa a visibilizar una problemática que afecta a muchas familias y promoviendo una mayor inclusión de las personas con discapacidad en este plano. 

Desde 2023 es la coordinadora del Equipo de Catequesis Inclusiva de la Delegación Episcopal de Catequesis del Arzobispado de Madrid