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Reconoce que, motivado por los celos, la condujo a un trastero donde le asestó 79 puñaladas actuando con alevosía y ensañamiento. Se estima la agravante de género y la atenuante analógica de confesión
La Audiencia Provincial de Murcia condena a 22 años de prisión a un hombre como autor del asesinato con alevosía y ensañamiento de la que fuera su novia, en febrero de 2022, en Totana.
La pena fue impuesta, tras la conformidad del acusado en la vista oral, que reconoció los hechos y aceptó las penas solicitadas por la acusación pública y particular. Ante esta aceptación, el magistrado presidente ordenó la disolución del jurado, y dictó sentencia in voce.
Según se relataba en el escrito de acusación con el que el condenado mostró su conformidad, este ideó y ejecutó un plan para acabar con la vida de su expareja, menor de edad, motivado por celos y con el propósito de impedir que iniciara otra relación. Tras citarla en su domicilio, la condujo a un trastero del edificio, un lugar apartado y sin posibilidad de auxilio, donde le asestó setenta y nueve puñaladas con un arma blanca, actuando con alevosía y ensañamiento. Incrementando “notablemente el sufrimiento de la menor causándole padecimientos innecesarios para conseguir su objetivo que, viéndose atrapada en un cuarto pequeño, a solas con el acusado que le clavaba el cuchillo repetidamente y sin interrupción, se esforzaba por apartarle para escapar del lugar, llegando, incluso, a forcejear con el cuchillo del acusado en un intento desesperado por huir”, según se recoge en los hechos probados. La víctima no consiguió escapar y falleció por shock hipovolémico.
La sentencia impone 22 de prisión, la inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena y una medida de libertad vigilada por un máximo de 10 años tras el cumplimiento de la pena, que incluye la prohibición de aproximarse o comunicarse con los familiares de la víctima y la obligación de participar en programas formativos sobre violencia de género. Igualmente se ordena el decomiso y destrucción del arma utilizada y otros objetos relacionados con el delito.
En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a cada progenitor de la víctima con 120.000 euros, y a cada uno de los hermanos con 21.940,21. Además de los gastos de sepelio y los intereses legales.