Desde la declaración del estado de alarma sanitaria en nuestro país por el Covid-19, el Poder Judicial en Aragón ha asumido el reto tecnológico que los nuevos tiempos han impuesto y eso se ha traducido en una nueva forma de trabajo, no siempre presencial, en las sedes judiciales. Los internamientos psiquiátricos, la toma de declaraciones a presos en las cárceles, prorrogas de prisión y las visitas virtuales a menores en los centros de internamiento son las actuaciones judiciales que mayoritariamente realizan los jueces aragoneses de forma telemática desde que se decretara el confinamiento para todos los ciudadanos.

En lo que a juicios se refiere, la forma de llevarlos a cabo está siendo diversa en función de las circunstancias de cada caso. El primer juicio tras la declaración del estado de alarma fue el 19 de marzo por la Sala Civil y Penal del TSJA (recurso por el “crimen de los tirantes”) que junto con el celebrado el 30 de marzo por el juzgado de lo Penal nº2 de Zaragoza y el del 15 de abril (“el asesinato de Delicias”), tambien en el TSJA, tuvieron como elemento común la asistencia del acusado por videoconferencia mientras que abogados y fiscal lo hicieron de forma presencial. En el juicio celebrado el 21 de abril en la Audiencia Provincial de Huesca acusado, Ministerio Fiscal y abogados asistieron de forma presencial al juicio en tanto que testigos y peritos lo hicieron por videoconferencia.

La incorporación de la opción telemática a las actuaciones judiciales está teniendo una buena acogida entre los jueces y magistrados de Aragón. Prueba de ello son las actuaciones judiciales que ya se están llevando a cabo o las deliberaciones entre los magistrados de una misma sección o sala que, desde el comienzo del confinamiento, se realizan por videoconferencia a través de la “sala virtual” habilitada por la Dirección General de Justicia del Gobierno de Aragón, o en algún caso, a través de otras plataformas.

En este sentido nos encontramos con ejemplos como la multiconferencia celebrada en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Monzón el pasado 26 de marzo para ratificar una prisión provisional (vista oral telemática) en la que el juzgado conectó con el centro penitenciario de Almería, la Fiscalia en Huesca y los abogados ubicados en Monzón. Similar formato tuvieron las vistas orales celebradas, también en abril, por el Juzgado Mixto nº 2 de Teruel con la asistencia por videoconferencia de tres
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presos desde la cárcel, el Ministerio Fiscal, y la intérprete, en tanto que el magistrado presidía desde el juzgado, y la celebrada el pasado día 6 de mayo en el juzgado nº 2 de Barbastro (proceso civil por modificación de medidas) en la que los abogados y la fiscal asistieron por videoconferencia, en tanto que en la sala solo se encontraban la jueza, el LAJ y el funcionario responsable de la grabación judicial.

Otros ejemplos similares se han producido en el juzgado de lo Social nº 4 de Zaragoza, juzgados de Primera Instancia nº 13 y 22 de Zaragoza, Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Huesca, nº 2 de Jaca, nº 1 y nº 2 de Teruel y Menores de Teruel. Todos ellos usaron medios telemáticos para internamientos psiquiátricos, visitas (virtuales) a presos o toma de declaraciones, entrevistas con menores internados o comparecencias de prisión. La nota más curiosa fue la celebración de dos bodas realizadas por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Teruel, que tuvieron lugar poco despues de iniciarse el confinamiento. El magistrado casó a las dos parejas de contrayentes desde su despacho en el juzgado mientras que en la reducida sala de bodas se encontraba el LAJ, el funcionario, los contrayentes y los dos testigos.

En relación con la celebración de juicios telemáticos los miembros del Poder Judicial se muestran más prudentes por las distintas circunstancias que hay que valorar para asegurarse de que el juicio se celebra con todas las garantias procesales y sin olvidar que las leyes vigentes (Código Civil, Código Penal, o Ley de Enjuiciamiento criminal, entre otras) no establecen las pautas de un juicio telemático sino presencial.

En líneas generales, jueces y magistrados coinciden en que los sistemas telemáticos en Aragón han facilitado parte del trabajo en esta época de crisis aunque apuntan que todavía han de mejorar porque siguen existiendo algunos problemas técnicos para que las comunicaciones se produzcan con fluidez y sin tiempos de demora cuando se establecen conexiones a distancia.

Desde que se decretara el estado de alarma, y por tratarse de un servicio esencial para la sociedad, jueces y magistrados de Aragón están compatibilizando el trabajo a distancia con la asistencia al juzgado cada vez que se hace necesaria su presencia. Cuentan para ello con ordenadores portátiles que les permiten el acceso al expediente judicial electrónico para resolver los asuntos y firmar las resoluciones.