Ratifican la condena de tres años y medio de cárcel al secretario del Automóvil Club Principado de Asturias por apropiarse de 83.430 euros

La sentencia relata que aprovechó su posición de tesorero para apropiarse de cantidades de dinero de la cuenta bancaria mediante cheques falsificados

Autor
Comunicación Poder Judicial

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha confirmado la sentencia de tres años, seis meses y un día de prisión que la Audiencia Provincial impuso al secretario del Automóvil Club Principado de Asturias (ACPA) por un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso con otro de apropiación indebida. Además, deberá afrontar una multa de 2.160 euros e indemnizar a la Caja Rural con 60.000 euros y a la propia entidad automovilística con otros 23.430 más los intereses correspondientes.

La sentencia del órgano provincial relata que el acusado, secretario del club, actuaba también como tesorero ocupándose de la contabilidad. Aprovechándose de la confianza ganada a lo largo de los años y de su amistado con los socios, en distintas fechas y ocasiones entre el periodo de 2017 a 2019 empezó a apropiarse de cantidades de dinero que detraía de la cuenta que la institución tenía en la Caja Rural mediante cheques al portador que él cubría y en los en los que imitaba la firma del presidente.

El total del dinero que hizo suyo durante ese periodo fue de 83.430 euros. Tras ser descubiertos los hechos la entidad Caja Rural reintegró a la ACPA la suma de 60.000 euros.

La Sala Civil y Penal subraya que, en este caso, la sentencia de instancia realiza una valoración conjunta de la prueba practicada para llegar a declarar “probados” los hechos descritos “sin que en modo alguno se pueda afirmar que dicha valoración y su resultado es irracional”. Por ello, del razonamiento de los magistrados se deduce que el acusado “hizo suyo el importe de los cheques, ya que todos estaban falsificados, todos fueron cobrados por él y nada acredita sobre el particular destino del dinero, incidiendo la sentencia en que resulta extraño la ausencia de toda justificación contable al respecto cuando el acusado es economista y era conocedor de que eran objeto de investigación los problemas de financiación del club, del que era secretario y tesorero de hecho”.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.