Salir rápido
Pulsa este botón en cualquier momento para abandonar de inmediato esta página
Recuerda borrar tu historial de navegación para no dejar rastro después de informarte
Utilizamos cookies propias y de terceros únicamente para realizar mediciones y análisis estadísticos de la navegación por las diferentes secciones de la página web con la finalidad de mejorar el contenido que ofrecemos. Al hacer click en 'Aceptar todas las cookies', consiente que todas las cookies se guarden en su dispositivo. Para configurarlas o rechazar su uso haga click en el botón 'Configurar Cookies'.
Para más información consulte nuestra política de cookies
Salir rápido
Pulsa este botón en cualquier momento para abandonar de inmediato esta página
Recuerda borrar tu historial de navegación para no dejar rastro después de informarte
La Sala condena además a la hija de la regente y al camarero del local situado en Zafra (Badajoz) a 12 años de prisión a cada uno por colaborar en obligar a prostituirse a tres mujeres
La Audiencia provincial de Badajoz ha condenado a la regente de un club de alterne del municipio pacense de Zafra a 26 años de prisión por tres delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, uno de ellos agravado.
Asimismo condena a la hija de la regente y al camarero del local a doce años de prisión a cada uno por delitos relativos a la prostitución. Como responsabilidad civil los acusados tendrán que abonar 10.000 euros a cada una de las tres víctimas.
En la sentencia queda probado que la principal condenada captó a las mujeres cuando se encontraban en situación irregular en España, sin familiares y sin recursos, y se aprovechó de su situación de vulnerabilidad para engañarlas ofreciéndoles trabajo como limpiadoras o cocineras de lo que ella definía como su hotel, convenciéndolas después para alternar con los clientes y ejercer la prostitución como medio para conseguir el dinero que, según les dijo la regente del local, ellas necesitaban para regularizar su situación en España.
Así mismo, y con el fin de que continuaran ejerciendo la prostitución, las amenazaba con llamar a la policía para que las deportaran, señala la sentencia.
Las tres víctimas pusieron de manifiesto que les imponían unas condiciones infrahumanas y las obligaban a ejercer la prostitución desde las 17:00 hasta las 6:00 o las 7:00 de la mañana, debiendo hacer lo que los clientes querían, incluso mantener relaciones sexuales sin preservativo o tomar drogas.
La sentencia explica que la regente del local era la encargada de cobrar a los clientes y que su hija y el camarero subían a las habitaciones cuando se superaban los 30 o los 60 minutos que duraban los “pases”. Incluso les ponían sanciones si no cumplían con las normas» y comían una sola vez al día.