La Audiencia Nacional absuelve al acusado del atentado frustrado de ETA contra una patrulla de la Ertzaintza en Bilbao en 2002

La Sala concluye que “no hay prueba de cargo suficiente para afirmar, sin ninguna duda”, la pertenencia de Asier M.E. al comando que cometió los hechos, tal y como sostuvo la acusación

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Comunicación Poder Judicial

La Sala Penal de la Audiencia Nacional ha absuelto al que fuera miembro de ETA Asier M.E. de un atentado frustrado contra una patrulla de la Ertzaintza el 31 de agosto de 2002 en Bilbao.

En una sentencia, los magistrados de la Sección Primera exculpan a Asier M.E. de los delitos tenencia ilícita de explosivos, robo con intimidación, detención ilegal y atentado contra agentes de la autoridad en concurso con siete delitos de asesinato en grado de tentativa, todos ellos con finalidad terrorista, de los que le acusaba la Fiscalía.

La Sala, una vez examinadas todas las pruebas practicadas en la vista oral, concluye que “no hay prueba de cargo suficiente para afirmar, sin ninguna duda”, la pertenencia de Asier M.E. al comando que cometió los hechos, tal y como sostuvo la acusación. No ha quedo probado, señala, que fuera uno de los miembros de ETA que robó la furgoneta y la usó para colocar en ella un artefacto explosivo para después situarla en la calle Zamakola de Bilbao con el fin de que explotara al paso de una patrulla de la Ertzaintza.

En el mismo sentido, el Tribunal apunta que “no hay prueba directa, o un indico sólido, que venga refrendado de otros indicios, que permita afirmar sin ningún género de dudas que Asier M.E. hubiera participado en los hechos objeto de este procedimiento y por ello procede su libre absolución”.

Según los hechos probados de la sentencia, varios miembros de ETA robaron una furgoneta el 31 de agosto de 2002 y le colocaron un artefacto explosivo con el finde hacerlo estallar al paso de una furgoneta de la Ertzaintza por la calle Zamakola de Bilbao, “con el propósito de causar la muerte de los siete ocupantes de la misma”.

La acción no se llevó a cabo debido a que los agentes se percataron de la presencia de la furgoneta, que había sido robada, y procedieron a activar los inhibidores, lo que anuló la señal emitida por el radio mando que activó uno de los miembros de ETA. “De esta forma se frustró la explosión de la furgoneta que, de otro modo, habría sido inevitable”, indica la sentencia.