Cuatro años en centro de deshabituación para un hombre que trató de acabar con la vida de su pareja encontrándose afectado por una intoxicación aguda por drogas

Es autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, pero ha sido absuelto porque concurre la eximente de intoxicación plena y se le impone una medida de internamiento

Autor
Tribunal Superior de Justicia (Cantabria)

Santander, 26 de junio de 2025.-

 

La Audiencia Provincial de Cantabria ha acordado hoy una medida de internamiento en centro de deshabituación durante cuatro años para un hombre que padece esquizofrenia y que trató de acabar con la vida de su pareja cuando presentaba un trastorno psicótico producido por una intoxicación aguda a causa del consumo de sustancias psicoactivas.

 

El juicio estaba señalado en la Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria para esta mañana, pero al inicio del mismo las partes han alcanzado un acuerdo.

 

Tanto la defensa como la fiscalía y la acusación particular han coincidido en que concurre la eximente completa de la responsabilidad penal por intoxicación plena, ya que las sustancias que consumió suprimían “de una forma profunda-total su capacidad de comprender, en su naturaleza y consecuencias, los actos realizados”.

 

El acusado, que se encontraba en prisión por estos hechos desde abril de 2024, ha quedado en libertad y ahora deberá ingresar en un centro deshabituación y rehabilitación.

 

En tanto eso sucede, está vigente una medida de seguridad que la Audiencia le ha impuesto, consistente en la prohibición de acercarse y comunicar con la que fue su pareja por un periodo de seis años.

 

Además, deberá indemnizarla en 3.210 euros por las lesiones que le causó y los daños morales que le produjo.

 

Según los hechos del escrito de la fiscalía que se han llevado a sentencia, encontrándose bajo los efectos de las drogas y en un “alto estado de agresividad y nerviosismo”, se colocó sobre su pareja, que estaba tumbada en la cama, y “obrando con clara intención de acabar con su vida le introdujo varias medias enrolladas en forma de bola en la boca, que trató de fijar mediante una cinta adhesiva, provocándole una sensación de asfixia”.

 

La mujer logró zafarse, pero acto seguido el acusado la interceptó de nuevo, se colocó sobre ella y colocó una almohada contra su rostro, presionando “con fuerza, con evidente propósito de causar su muerte”.

 

A continuación, la rodeó el cuello con el cable del cargador del teléfono, “estrangulándola con fuerza mientras le decía ´te voy a matar’, propinándole varios golpes a la altura de la nuca, en las piernas y en los brazos para vencer la resistencia que ella mostraba”.

 

El acusado no logró su propósito toda vez que resultó detenido por agentes de la Guardia Civil.