Declaración institucional de la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Autor
Comunicación Poder Judicial

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, hace pública la siguiente declaración: 

“En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, tenemos que volver a denunciar el asesinato de 41 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas en lo que va de 2020; 1.074 desde 2003, año en el que comenzó este triste recuento. A todas ellas, a todos los hijos e hijas que han dejado huérfanos y a las víctimas que a día de hoy siguen sufriendo el maltrato, quiero dedicar estas palabras para rendirles homenaje y para que ninguna caiga en el olvido. 

Este año que está a punto de concluir ha sido especialmente duro. Duro para todos por la grave crisis sanitaria y económica causada por el coronavirus, pero más difícil y doloroso aún para colectivos vulnerables, como son las mujeres víctimas de la violencia machista. Además del sufrimiento provocado por la propia enfermedad, estas mujeres han padecido el confinamiento en la peor de las situaciones posibles, pues en muchos casos ha supuesto el encierro entre cuatro paredes con su agresor y, consecuencia de ello, su silenciamiento. 

Un silencio que las ha enmudecido por las dificultades añadidas que debieron superar para pedir ayuda o para denunciar su situación. Durante el segundo trimestre del año, el más afectado por el estado de alarma y el confinamiento de la población, el número global de denuncias disminuyó un 14,6 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. La reducción fue del 42,9 por ciento en el caso de las denuncias presentadas directamente por la víctima en el juzgado y del 12,9 por ciento, en comisaría. Por dudas sobre si podían salir de casa, por encontrarse bajo el control constante de sus agresores, por miedo a ser descubiertas, por miedo de que les pasara algo a sus hijos e hijas... de media, durante ese lapso de tiempo una de cada tres víctimas dejó de denunciar.  

Podemos hablar de un segundo efecto negativo de la pandemia sobre las víctimas de la violencia de género: es un segundo silenciamiento, pues la actualidad informativa estuvo (y sigue) necesariamente marcada por la crisis sanitaria, quedando todos los demás asuntos relegados a un segundo plano. Pese a ello, en nombre del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, quiero agradecer una vez más a los medios de comunicación su firme compromiso con la erradicación de esta lacra social. En esos meses tan duros salieron adelante campañas, públicas y privadas, dirigidas a decirle a todas estas mujeres que no estaban solas, a proporcionarles formas sencillas para que pudieran pedir ayuda con seguridad. Y la colaboración de los medios, escritos y audiovisuales, fue una vez más imprescindible. 

Frente a la muy significativa disminución del número de denuncias, y gracias a esas campañas, se registró un notable aumento de la actividad de los servicios telefónico y telemático del 016, alternativas que las víctimas escogieron como vías para pedir ayuda. Entre el 14 de marzo y el 31 de mayo, las llamadas aumentaron un 41 % y los mensajes de correo electrónico, un 450 %. 

En estos momentos, en los que muchos territorios en España están tomando de nuevo medidas drásticas para frenar la nueva ola de contagios, quiero aprovechar para recordar a todas las víctimas de la violencia machista que, pase lo que pase, no dejen de denunciar. Policía, jueces, fiscales, demás personal de la administración de justicia, forenses, trabajadores sociales… todos seguimos trabajando para protegerlas a ellas y a sus hijos e hijas, para ayudarlas a salir de esa situación y para someter a un juicio justo a los eventuales culpables. Todos estos servicios permanecen siempre activos y alerta. El silencio de la víctima es el mejor aliado del maltratador. Sólo rompiendo el silencio es posible caminar hacia la nueva vida a la que todas estas mujeres tienen derecho”.