La crisis sanitaria y el confinamiento causaron en 2020 un descenso del 8,2% en el número de denuncias de violencia de género en Navarra

El pasado año se interpusieron 1.796 denuncias frente a las 1.957 presentadas en 2019

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Comunicación Poder Judicial

El número de denuncias por violencia de género descendió un 8,2% el pasado año en Navarra respecto a 2019, según los datos hechos públicos hoy por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.

De las 1.796 denuncias registradas en 2020 en los órganos judiciales navarros, 1.773 de las mismas fueron presentadas por mujeres —990 españolas y 783 extranjeras (el 44,2% del total), unas cifras menores a las de 2019, cuando el número de denuncias totales se situó en 1.957, de las que 1.919 fueron interpuestas por mujeres, 1.055 españolas y 864 extranjeras (45%).

Este importante descenso en los principales indicadores de la violencia de género es consecuencia directa de la crisis sanitaria y, especialmente, de los meses de confinamiento, durante los que se apreciaron las mayores variaciones pese a que los juzgados especializados en violencia sobre la mujer siguieron funcionando al considerarse esencial su actividad.

Asimismo, el pasado año 48 víctimas se acogieron a la dispensa de la obligación legal de declarar, como denunciante, contra el investigado, cuando en 2019 el número de víctimas que hizo uso de este derecho fue de 83, esto es, un descenso del 42,2%. De las 48 renuncias, 27 eran denunciantes de nacionalidad española y 21 extranjeras.

Durante el año 2020, los juzgados españoles recibieron un total de 150.785 denuncias por violencia de género, un 10,31 % menos que en el año anterior, en el que se presentaron 168.110 denuncias. Las mujeres víctimas de violencia machista fueron 145.731 (decremento del 9,73 %), de las que el un tercio (48.132) eran extranjeras.

En cuanto a la tasa de mujeres víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres, destacan por encima de la media nacional, que fue de 60,2, la Comunidades de Baleares, con una ratio de 93,8; Comunidad Valenciana, con 81,5; Canarias, con 80,5; Murcia, con 79,5; Andalucía, con 67,9, y Madrid, con 61,8. Las tasas más bajas se dieron en Castilla y León, con 39; Aragón, con 40,2, y Extremadura, con 41,4. Navarra registró una ratio de 53,1.

Asimismo, según los datos recogidos en este estudio, en 2020 se incoaron en los juzgados navarros 385 órdenes de protección y seguridad a las víctimas, de las que se adoptaron 269 —el 70%— y se denegaron 116.

Por órganos judiciales, en los juzgados de Violencia sobre la Mujer de la Comunidad foral el pasado año fueron enjuiciadas 186 personas —201 en el año 2019–, de las que fueron condenadas 170 —106 españolas y 64 extranjeras—, es decir, un 91,4%.

En total, en la fase de instrucción, en 2019 se incoaron en los juzgados de Violencia de Navarra un total de 2.073 asuntos penales, frente a los 2.197 abiertos en 2019, esto es, un descenso del 5,6%.

Por otra parte, el pasado año 188 hombres fueron enjuiciados (351 en 2019, un 46,4% menos) en el Juzgado de lo Penal número 5 de Pamplona —órgano con competencia exclusiva en Navarra para ver los procedimientos con penas de hasta 5 años de prisión— por delitos de violencia de género, de los que 147 —77 españoles y 70 extranjeros— fueron condenados.

Respecto a las sentencias dictadas por los juzgados de lo Penal en 2020, de las 147 resoluciones condenatorias, 112 fueron de conformidad y, tras la celebración de los juicios, 35 fueron condenatorias y 41 absolutorias.

En la Audiencia Provincial, órgano que juzga los delitos con penas de más de 5 años de prisión y, además, resuelve los recursos interpuestos contra las sentencias de los juzgados de lo penal, se dictaron 3 sentencias, dos de ellas absolutorias, en primera instancia, así como 49 sentencias de apelación de delitos, de las que 6 fueron revocadas.

Asimismo, solo un menor fue juzgado en 2020 por delitos de violencia de género (6 en 2019).

Valoraciones de la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona

Los datos estadísticos correspondientes al año 2020 nos permiten visualizar el importante impacto que la crisis sanitaria ha tenido para las víctimas de la violencia de género no solo durante los meses del confinamiento más duro, sino también en los meses siguientes, en los que ha seguido habiendo medidas anti-COVID que han restringido el movimiento de las personas.

Los principales indicadores -número de denuncias presentadas y número de víctimas- disminuyeron en año pasado cerca de un diez por ciento. No es un dato que pueda llevarnos al optimismo, pues no equivale a un descenso real en el número de casos de violencia machista, sino que pone de manifiesto las dificultades añadidas que las víctimas han tenido para denunciar a sus agresores. Por encontrarse en casa bajo el control constante de sus agresores, por dudas sobre si podían o no salir, por el miedo a que les pasara algo a sus hijos e hijas, más de 17.000 mujeres dejaron de denunciar el pasado año.

Por eso, ahora más que nunca es importantísima la ayuda que la víctima pueda recibir de las personas de su entorno, ya sean familiares, vecinos, amigos o compañeros de trabajo. Los datos de 2020 siguen siendo muy significativos al respecto, pues del total de denuncias presentadas, solo el 2,04 % las presentaron personas cercanas a la víctima.

La denuncia es la llave que permite poner en marcha los mecanismos de protección de la víctima; y también la única manera de la que disponemos para que los delitos de violencia sobre la mujer no queden impunes. Por eso es tan importante denunciar. Pero no podemos descargar toda la

responsabilidad en las víctimas. Estas mujeres viven inmersas en un ambiente de violencia y de terror y a veces les resulta muy difícil dar el paso y denunciar porque tienen miedo, se sienten culpables y quieren proteger a sus hijas e hijos.

Esta situación de bloqueo se ha visto agravada por las consecuencias de la crisis sanitaria. Por eso es importante la concienciación del entorno de la víctima y, por eso, desde el Observatorio reiteramos el llamamiento para que familias, allegados, vecinos o testigos accidentales de un hecho de estas características lo pongan en conocimiento de las autoridades.

Las víctimas y toda la sociedad deben saber que los juzgados y las comisarías están abiertos las veinticuatro horas del día y cuentan con personal especializado, muy cualificado para asistir a las víctimas de la violencia de género. La actividad judicial relacionada con la violencia de género no se paró ni siquiera en los meses más duros del confinamiento, pues se trata de una actividad judicial esencial.

Como ha dicho recientemente la directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, “la violencia de género es una pandemia en la sombra, tan devastadora como la del coronavirus”, por lo que nadie, ni las instituciones ni los ciudadanos, podemos bajar la guardia.

Los datos estadísticos están disponibles en la página http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Temas/Violencia-domestica-y-de-genero/Actividad-del-Observatorio/Datos-estadisticos/