La Sala Primera del Tribunal Supremo ha condenado a Lorenzo Bravo a indemnizar con 6.000 euros a José Ramón Bauzá por atentar a su honor mediante declaraciones públicas realizadas en 2011 cuando el primero era secretario general de UGT de Baleares y el segundo presidía la comunidad autónoma.

El Supremo revoca la sentencia de la Audiencia Provincial, que absolvió a Bravo, y argumenta que "la intromisión que el Sr. Bauzá sufrió en su derecho al honor al ser calificado como “cerdo” o “gilipollas” no está justificada por el ejercicio legítimo de la libertad de expresión del Sr. Bravo, pues este no goza de un derecho a insultar, incluso aunque el destinatario del insulto ostente un cargo público y los insultos se realicen en relación a polémicas de carácter político o sindical.

La demanda debe ser estimada respecto del Sr. Bravo, quien debe ser condenado a realizar a su costa la publicación de una nota informativa del contenido de la sentencia, pues la publicación de la sentencia completa es desproporcionada sin que ayude a la reparación del derecho vulnerado, y a indemnizar al demandante en los 6.000 euros reclamados, que la Sala considera como una cantidad razonable para la entidad de la intromisión".