Historia

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La formación de los jueces en España

La entrada en funcionamiento de la Escuela Judicial en el año 1997 supuso un cambio radical en la forma de preparación de los jueces seguida hasta entonces, ya que esta materia dejó de depender del Poder Ejecutivo, siendo asumida en su integridad por el Consejo General del Poder Judicial, y permitió proporcionar a los miembros de la Carrera Judicial, y a quienes aspiran a ingresar en ella, una formación diferenciada de la del resto de profesiones jurídicas.

La necesidad de que los jueces reciban una formación que complemente los conocimientos jurídicos adquiridos con la oposición y sea garantía del buen servicio a los ciudadanos ha estado en el ánimo del legislador desde el siglo XIX. Un real decreto promulgado el 22 de septiembre de 1836 creó una Junta calificadora para la selección de jueces y magistrados, y Fernando de los Ríos, ministro de Justicia durante la II República, incluyó la creación de la Escuela Judicial entre sus proyectos.

Ya en 1939, acabada la Guerra Civil, se redactó un Proyecto de Ley por el que se creaba la Escuela Judicial, dependiente del Ministerio de Justicia, aunque el Gobierno terminó retirando el texto y presentando uno nuevo que contemplaba la posibilidad de integración de la Escuela Judicial en la Universidad.

La Ley de 26 de mayo de 1944, publicada al día siguiente en el Boletín Oficial del Estado, creó definitivamente la Escuela Judicial Española, bajo la dependencia del Ministerio de Justicia e incorporada a la Universidad. Su objetivo era la selección y formación de los licenciados en Derecho que fueran a ejercer como jueces y fiscales.

La Escuela, sin embargo, no abrió sus puertas hasta el 6 de junio de 1950, año del que data la primera promoción de jueces. En 1959 la Escuela encontró su sede definitiva en el edificio de la Ciudad Universitaria que hoy ocupa el Centro de Estudios Jurídicos.

La formación entonces, aparte de estar reservada a quien fuera "varón, seglar y mayor de 21 años", era muy distinta a la actual: consistía en un curso de aproximadamente tres meses, con prácticas en los Juzgados de Madrid capital y clases lectivas impartidas por magistrados, fiscales y profesores universitarios.

La formación de los jueces entró en una nueva etapa con la aprobación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, por la que la Escuela pasó a denominarse Centro de Estudios Judiciales. Éste debía colaborar con el Consejo General del Poder Judicial –constituido cinco años antes- y con el Ministerio de Justicia en la "selección, formación y perfeccionamiento de los miembros de las Carreras Judicial y Fiscal, del Secretariado y demás personal al servicio de la Administración de Justicia".

Tuvo que pasar aún casi una década, hasta la aprobación de la Ley Orgánica 16/1994, de 8 de noviembre, de modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial, para que se atribuyera al Consejo General del Poder Judicial la competencia en materia de formación de jueces y magistrados: era el paso definitivo para la creación de la actual Escuela Judicial y la escisión de la formación de jueces y fiscales.

El 13 de julio de 1995, el Boletín Oficial del Estado publicó el Reglamento 2/1995, de 7 de junio, de la Escuela Judicial, que había sido aprobado por el Consejo General del Poder Judicial, y el 18 de febrero de 1997 se inauguraron oficialmente las instalaciones de la Escuela Judicial de Barcelona en la finca "L’Esperança", en la montaña de Collserola, cedida por la Generalitat de Cataluña.

Ocho días después, los 25 alumnos de la 48 promoción de jueces españoles –la única de las veinte que han pasado por la Escuela en la que el número de hombres superaba al de mujeres- iniciaban su andadura en el centro que, como establece el artículo 307.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, tiene como objeto proporcionar a sus alumnos "una preparación integral, especializada y de alta calidad".

En este periodo han sido directores de la Escuela Judicial Jesús Corbal Fernández, Carlos Gómez Martínez, José Francisco Valls Gombau, Nuria Bassols Muntada, Pascual Ortuño Muñoz, Roser Bach Fabregó y Gema Espinosa Conde.

 

El actual director de la Escuela Judicial es Jorge Jiménez Martín 

 

Natural de Granada. Ingresó en la Carrera Judicial en 2001, sirviendo en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Alcalá la Real (Jaén), de Primera Instancia nº 5 de Marbella (Málaga), de lo Penal nº 5 de Almería, de Menores de Huelva y en el Juzgado de Menores nº 6 de Barcelona.Obtuvo la especialidad en la jurisdicción de menores en el 2008.

Ha sido profesor asociado de la Universidad de Almería en Derecho Constitucional, Derecho Civil y Derecho Penal. Obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados por la Universidad de Granada en Derecho Constitucional Europeo. Doctorando en Derecho Procesal Penal por la Universidad de Valladolid.

Ha participado en numerosos proyectos de cooperación y consultorías internacionales, ofreciendo ponencias a nivel nacional e internacional en múltiples materias, siendo de destacar la formación a jueces que ha desarrollado en Argentina, Egipto, México, Brasil, Bolivia, Uruguay, Guatemala y Honduras.

Tiene publicaciones en el ámbito de la protección del menor, la acusación popular, la mediación penal y la garantías de investigados y detenidos. Acreditado como formador de Derechos Humanos por el Consejo de Europa (HELP Program) en marzo de 2016.

Ha sido profesor ordinario del Área de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal desde septiembre de 2011 hasta enero de 2015. Desde febrero de 2015 es el Director de Selección y Formación Inicial.

Desde el 19 de julio de 2018 desempeña las funciones de Director de la Escuela Judicial.