Las probabilidades derivadas de las pruebas periciales centran el debate en el cierre de la Escuela de Verano

“Las expresiones probabilísticas sobre las hipótesis de las partes en un cotejo carecen de fundamentación”, ha indicado el director del Centro de Perfeccionamiento de la Guardia Civil. El catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oporto António Amorim ha analizado los problemas éticos actuales y las perspectivas futuras de las pericias genéticas

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Comunicación Poder Judicial
Las probabilidades derivadas de las pruebas periciales centran el debate en el cierre de la Escuela de Verano

La valoración de la probabilidad en relación a las pruebas periciales ha sido el tema central de la última jornada de la Escuela de Verano del Poder Judicial, que se ha celebrado desde el 2 de julio hasta hoy en el pazo de Mariñán, en la provincia de A Coruña. El director del Centro de Perfeccionamiento de la Guardia Civil de Madrid, José Juan Lucena Molina, ha ofrecido en una mesa redonda su visión personal sobre la valoración estadística de las pruebas periciales. “Las expresiones clásicas categóricas (positivo, negativo, inconcluso) o probabilísticas sobre las hipótesis de las partes en un cotejo concreto carecen de fundamentación lógica. Son errores de lógica de raciocinio que suelen denominarse falacias”, ha destacado Lucena durante su intervención.

El experto ha señalado que la implementación práctica de la nueva forma de valorar estadísticamente los cotejos en los laboratorios oficiales es “directamente proporcional a la formación científica de los peritos”. El ponente ha asegurado que “en el ámbito de los laboratorios oficiales ligados a los cuerpos policiales, sobre todo en las áreas más tradicionales de la criminalística, desgraciadamente no pocos de sus especialistas ven todavía en el cambio de paradigma una amenaza para la eficacia de sus informes ante los tribunales”. La razón del cambio en la valoración de los informes periciales, según Lucena, procede “de la comunidad científica especializada”.

En el debate también han participado el catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oporto António Amorim y el catedrático de Medicina Legal del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidade de Santiago de Compostela Ángel Carracedo, quien esta semana ha inaugurado el curso clausurado hoy, organizado bajo el título Avances científicos y su repercusión en la resolución judicial. Amorim ha profundizado en la Genética Forense y ha hecho hincapié en su carácter distinto respecto a otras ciencias forenses. El interviniente ha recordado “el rol y encuadramiento periciales” a la hora de abordar la cuantificación del valor probatorio de los resultados de los análisis genéticos. Además, ha analizado los problemas éticos actuales y las perspectivas futuras de las pericias genéticas. 

En los dos cursos organizados dentro de la Escuela de Verano del Poder Judicial, cuya dirección académica corresponde al vocal del Consejo General del Poder Judicial Juan Manuel Fernández, los ponentes han debatido sobre la fiabilidad de las pruebas de ADN o la relación entre la memoria y el testimonio y han examinado desde distintas perspectivas y diferentes campos la compleja relación entre la ciencia y los procedimientos judiciales. La sesión de hoy ha sido clausurada por la directora técnica del curso y letrada del Servicio de Formación Continua del CGPJ, María Jesús Millán de la Heras.

*En la imagen, el catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oporto António Amorim, el director del Centro de Perfeccionamiento de la Guardia Civil de Madrid, José Juan Lucena Molina, y el catedrático de Medicina Legal del Instituto de Ciencias Forenses de la Universidade de Santiago de Compostela, Ángel Carracedo.