Una justicia eficaz como garante de los derechos de las personas, que proteja frente a la discriminación de género, que sea accesible a las personas más vulnerables, que apueste por modelos de reparación del daño injusto causado a las víctimas, que sea sensible al desarrollo intergeneracional, que comunique y se comunique en una sociedad bilingüe, que sea permeable a la transformación digital de la sociedad, que colabore con el sistema educativo en la construcción del estatuto de ciudadanía y que conecte con la sociedad a la que sirve son los nueve pilares del proyecto que, para afrontar los retos de la Justicia en el momento actual, ha presentado Ignacio José Subijana durante su toma de posesión como presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en el transcurso de un acto celebrado hoy en Bilbao bajo la presidencia de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del consejo General del Poder Judicial.

En relación con la justicia como garante de los derechos de las personas, el presidente Subijana ha subrayado que la situación socioeconómica y sanitaria generada por la pandemia de la Covid – 19 está visibilizando la importancia del sistema de justicia en la solución de conflictos existentes entre la libertad y la salud, demandando de los tribunales una tarea de alta precisión argumental en la exposición de los criterios que justifican la decisión que se adopta. Este juicio de ponderación obliga – señaló – a deslindar en cada supuesto, cual es el valor preeminente y a perfilar hasta qué punto cabe sacrificar el valor menos valioso para satisfacer al dotado de mayor entidad.

Frente a la discriminación de género, el Sr. Subijana destacó que la justicia tiene que promover, entre otras medidas, la mejora en la información a las víctimas de los derechos que les asisten en el proceso y el incremento de la calidad y cantidad del conocimiento disponible por Jueces y Tribunales a la hora de adoptar medidas de protección que eviten la revictimización.

En relación con una justicia distributiva que haga posible la igualdad de oportunidades en el ejercicio de los derechos y libertades, la designación de lo vulnerable – señaló – busca la mención a una protección reforzada para quienes puedan encontrarse en unas condiciones más difíciles para el ejercicio de esos derechos y libertades sobre los que se edifica la dignidad humana. En este marco, desgranó una serie de ajustes procedimentales para las personas con diversidad funcional, tendentes a garantizar la accesibilidad cognitiva en el ámbito de la Justicia.

Respecto a las víctimas, el presidente Subijana puso de manifiesto que la justicia del siglo XXI se caracteriza por la progresiva implementación de modelos de justicia que la conciban como una específica respuesta a la injusticia sufrida por las víctimas. En este contexto – señaló – debe ser decidida la apuesta por los modelos de justicia restaurativa en el orden penal y penitenciario y de la mediación en los órdenes jurídicos civil, familiar, mercantil, administrativo y social.

Continuando con los desafíos a los que debe enfrentarse la Justicia, el Sr. Subijana señaló que “uno de los mayores desafíos que aportan las democracias es diseñar las bases de un nuevo contrato social entre generaciones”. Es preciso – matizó – asentar la justicia intergeneracional basada en el principio de que las generaciones presentes no dañarán a las venideras y mantendrán y ayudarán a las precedentes.

En su intervención el recién nombrado presidente del TSJPV reclamó, del mismo modo , una justicia permeable a la transformación digital de la sociedad, no solo para relacionarse con los ciudadanos sino, también, para permitir la articulación del expediente digital como instrumento de gestión procesal al servicio de los Juzgados y Tribunales.

Reclamó también el presidente Subijana una justicia que comunique y se comunique en una sociedad bilingüe para posibilitar el ejercicio de los derechos lingüísticos de los ciudadanos que se relacionan con los Juzgados y Tribunales radicados en la comunidad Autónoma del País Vasco.

Del mismo modo, hizo referencia a la necesidad de una justicia que colabore con el sistema educativo y universitario como ayuda para la construcción del estatuto de ciudadano.

Por último, el presidente Subijana reflexionó sobre la necesidad de una justicia que comunique con la sociedad a la que sirve porque “una justicia democrática – subrayó – precisa de una comunicación permanente con la sociedad en la que se enmarca y a cuyos integrantes presta un servicio público indispensable mediante la tutela efectiva de sus derechos e intereses legitimos”.