La Audiencia de Valencia impone dos años de prisión a un profesor de Corán por exaltar en redes sociales el terrorismo yihadista

También lanzó mensajes de odio contra el judaísmo, los chiitas, el cristianismo y el colectivo LGTBI

Autor
Comunicación Poder Judicial

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un profesor de Corán a dos años de prisión y al pago de una multa de 1.080 euros como autor de un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución, por exaltar en redes sociales el terrorismo yihadista y publicar mensajes de odio hacia diversos colectivos.   

El condenado, que también había ejercido como imán, no podrá dedicarse a ninguna profesión relacionada con la educación, en el ámbito docente, deportivo o de tiempo libre durante cinco años, a excepción de la enseñanza del idioma árabe, que podrá impartir pero sin cobrar por ello.  

En la sentencia, que ha sido declarada firme tras un acuerdo de conformidad entre las partes por el que el acusado reconoció los hechos, se le suspende la ejecución de la pena privativa de libertad a condición de que no delinca durante los próximos tres años.  

Los hechos sucedieron entre los años 2014 a 2021, cuando el hombre publicó en distintos perfiles de Facebook varios mensajes en los que ensalzaba a los “mártires” del terrorismo yihadista y animaba a otras personas a que se unieran a la lucha e imitaran sus acciones.   

En esas publicaciones también negaba la existencia de los atentados del 11-M, que calificó como un ‘montaje para culpabilizarles y especular con los terrenos’.  

La sentencia establece que el reo pretendía crear con estos mensajes un “ambiente de hostilidad y animadversión” hacia determinados colectivos como los judíos, los chiitas, a los que llamó “burros” y “asnos”, o los cristianos, a los que culpaba de diferentes catástrofes de la humanidad.  

En cuanto al colectivo LGTBI, los calificaba como “desviados de la humanidad” y reprobaba el izado de la bandera arco iris en la sede de la Unión Europea.    

“De todo su discurso se desprende este ánimo de humillación, menosprecio y descrédito respecto de los colectivos citados, al tiempo que una clara exhortación a que se actúe contra ellos, objetivo que se acrecienta por la condición de profesor de Corán del acusado, que también había ejercido como imán”, señala el Tribunal.