La Audiencia Nacional absuelve al etarra Carrera Sarobe por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos en 2009

El tribunal considera que no ha quedado acreditada su participación en la acción criminal

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Comunicación Poder Judicial

La Audiencia Nacional ha absuelto al exjefe de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe de haber ordenado a los miembros del "comando Otazua" el atentado con una furgoneta bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, perpetrado el 29 de julio de 2009, que causó 160 heridos de diversa consideración.

En una sentencia, los magistrados de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal consideran que no ha quedado acreditado, en base a la prueba practicada durante la vista, la participación en la acción criminal de Carrera Sarobe, entregado de forma temporal por Francia, donde cumple condena.

El Tribunal da credibilidad a la declaración incriminatoria prestada en el juzgado por el ya condenado por estos hechos Iñigo Zapirain, que ratificaba otra realizada en sede policial, si bien entiende que de acuerdo a la doctrina del Tribunal Constitucional es necesario una "corroboración mínima" con la existencia de hechos, datos o circunstancias externas que avalen de manera genérica la veracidad de dicha declaración.

En este punto, los jueces analizan los el informe de inteligencia en el que se señala que el atentado solo podía ser cometido por orden de la dirección, por lo que "hasta ahí se corrobora la versión del testigo-condenado en cuanto a que se trasladaron a Francia para recibir la furgoneta y porque fue hallada la troqueladora para realizar la matrícula falsa en Francia".

Examinan también el informe de dos agentes en cuanto a que en Francia "se realiza todo," según la declaración de los coimputados ya condenados, "pero en cuanto al elemento que apunta al emisor de la orden de atentar y recepción de la furgoneta cargada con explosivos, se establece que cuando es detenido Aspiazu Rubina en 2008, pasa a ser jefe de los comandos el acusado, además de continuar integrando la jefatura de la organización compuesta por cinco personas".

"Este material no resulta dotado de una suficiente precisión, porque se acompañan documentos hallados en el registro del domicilio de López Peña (Thierry) para determinar la división entre aparato financiero/político y militar/logístico donde encuadraban a Aspiazu Rubina y Carrera Sarobe, pero no se puede establecer de los anejos al informe la precisa división de cometidos para concluir que en 2009 fuera el acusado el jefe del comando de legales Otazua", apunta la sentencia, que añade que "tenemos las declaraciones de los coimputados y un esquema sobre reparto de tareas en el atentado, pero no la documentación incautada en el registro a López Peña".