La Audiencia Nacional condena a 21 años de cárcel al líder de una organización criminal georgiana desarticulada en 2010

Otros doce acusados han sido condenados a penas de entre un año y seis meses y siete años de prisión

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Comunicación Poder Judicial

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 20 años y 11 meses de cárcel a Kakhaber Shushanashvili como líder, “ladrón en ley, de una organización criminal formada fundamentalmente por georgianos que se estableció en nuestro país y que fue desarticulada en la operación Java practicada en 2010 en varias provincias españolas.

En una sentencia, los magistrados imponen esta pena a Shushanashvili por delitos de blanqueo siendo jefe de la organización, conspiración para el asesinato, tenencia ilícita de armas, falsificación de tarjetas de crédito y tentativa de estafa continuada. No obstante, le absuelve de otra tentativa de asesinato al haber sido retirada la acusación para que pueda ser enjuiciado por las autoridades francesas y del delito de falsificación de documentos.

La Sala Penal de la Audiencia Nacional condena a otras doce personas a penas de entre un año y seis meses de prisión a los 7 años de cárcel por delitos que van desde el blanqueo siendo encargado de organización, hasta la falsificación de documentos oficiales. Además, en la resolución se absuelve a otros tres procesados de los delitos de los que estaban acusados.

En la sentencia se relata cómo en el año 2008 en la zona de Cataluña y Levante se asentó la rama de una organización criminal surgida en la antigua URSS y formada en su mayoría por ciudadanos georgianos, cuyo líder era Kakhaber Shushanasvilli, con categoría de “ladrón en ley”, vinculado a su hermano, quien dirigía el grupo desde Grecia.

Como “ladrón en ley”, Shushanashvili se ocupaba de los fondos de la organización, de la caja común (obschack), que se nutría del dinero que los miembros de la organización recababan y le hacían llegar en su mayor parte de sustracciones en domicilios, generalmente llevadas a cabo en el extranjero.

Entre las actividades desarrolladas por la organización para poder aflorar los fondos, según la sentencia, en 2009 Shushanashvili constituyó una sociedad para explotar distintos negocios de limpieza y lavado de vehículos, así como una sociedad de paquetería, todo ello con la ayuda del español Juan Miquela Tomillero.

Los jueces relatan también cómo Kakhaber Shushanashvili y su hermano Lasha tomaron la decisión de matar a un miembro de una facción rival afincado en Niza y al que consideraban un traidor, para lo cual dos sicarios viajaron de Grecia a Barcelona, desde donde se desplazaron a la localidad francesa, si bien la acción no se pudo llevar a cabo al ser detenidos por la Policía francesa en el hotel donde se iban a alojar.

La Audiencia Nacional impone las penas teniendo en cuenta la peligrosidad de estas organizaciones procedentes de países del Este, donde el control es “férreo, profundamente jerarquizado”, en los que se aplica “sin discusión su propio sistema de normas y su administración de los castigos”.