Un juzgado condena a Autopistas del Atlántico a pagar la asistencia médica de un conductor accidentado por una placa de hielo en la calzada

El juez ha estimado íntegramente la demanda de la mutua, pues considera acreditado que la causa del siniestro, en el que estuvieron implicados 15 vehículos, fue la existencia de hielo en la calzada y que Autopistas del Atlántico no adoptó “todas las medidas posibles y existentes para evitar el accidente”

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Comunicación Poder Judicial

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Betanzos ha condenado a Autopistas del Atlántico a abonar 334.500 euros, más los intereses legales computados desde la reclamación extrajudicial del año 2015, a la Mutua Gallega por los gastos que le ocasionó la atención sanitaria prestada a un conductor que sufrió graves lesiones debido a un accidente que se produjo el 3 de diciembre de 2010 a las 07.50 horas en el punto kilométrico 0,600 del ramal de salida de Guísamo de la autopista en sentido Cecebre.

El juez ha estimado íntegramente la demanda de la mutua, pues considera acreditado que la causa del siniestro, en el que estuvieron implicados 15 vehículos, fue la existencia de hielo en la calzada y que Autopistas del Atlántico no adoptó “todas las medidas posibles y existentes para evitar el accidente”, pues las señalizaciones, “única medida que esgrime haber adoptado”, fueron “insuficientes atendiendo al temporal que estaba anunciado días antes”.

En cuanto al exceso de velocidad que alega la empresa, el juez subraya que “no existe prueba directa o indiciaria de que el conductor asegurado laboralmente circulara a una velocidad inadecuada para las circunstancias de la vía”.
La sentencia, contra la que cabe presentar recurso de apelación, hace referencia a que existen dos resoluciones judiciales que atribuyen la culpa exclusiva del accidente a Autopistas del Atlántico bajo la premisa “de falta de previsión y mantenimiento de la vía el día de autos”.

Además, subraya que en uno de los fallos sobre el accidente consta que la velocidad inadecuada de los vehículos “no ha sido constatada” y que tanto los agentes que se desplazaron al lugar de los hechos como los testigos fueron “claros al respecto”, aduciendo “la existencia de una placa de hielo que hacía casi imposible no ya circular con el vehículo, sino incluso mantenerse en pie”.