Historia del TSJ Castilla y León

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León tiene su antecedente inmediato en las antiguas Audiencias Territoriales nacidas con la Constitución de 1812, el texto legal que es la piedra angular de la arquitectura jurídica española. La Carta Magna surgida de las Cortes de Cádiz otorgó a las Audiencias Territoriales la competencia de las causas civiles y penales en el territorio bajo su influencia.

Por vez primera, se establecían las bases para que los jueces ejercieran con independencia. Los jueces tenían la función exclusiva de juzgar y hacer cumplir lo juzgado y se impedía a las Cortes o al Rey el ejercicio de funciones jurisdiccionales, así como la potestad de archivar causas pendientes o abrir juicios fenecidos.

Hubo que esperar hasta 1835 para que vieran la luz las Ordenanzas de las Audiencias. Fueron unos documentos esenciales que dividieron las Audiencias en tres Salas distintas con diferentes competencias jurisdiccionales: dos Salas de lo Civil y una Sala de lo Penal.

Esta organización judicial fue respetada por la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1870 y, en esencia, se conserva todavía, con la salvedad de las jurisdicciones que han ido incorporándose por el transcurso del tiempo y la evolución de la sociedad.

Los Tribunales Superiores de Justicia, con su conformación y demarcación territorial actual, surgen de la planta creada en el artículo 26 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1985.Se constituyeron el 23 de mayo de 1989. Atrás quedaron las antiguas Audiencias Territoriales, dándose así paso a un modelo judicial que comprendía el mapa autonómico y adaptado a las exigencias de la Constitución de 1978. El Tribunal Superior de Justicia toma el nombre de la comunidad autónoma.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León está en la actualidad dividido en tres Salas, una para cada orden jurisdiccional: el Civil y Penal, el Social y el Contencioso-Administrativo. Es el máximo órgano judicial de la comunidad autónoma.

Historia del Palacio de Justicia

El 30 de julio de 1871 se acordó la construcción de un edificio,  en el actual Avenida  de la Isla 10, que albergara la sede definitiva de la Audiencia Territorial. En diciembre de 1872 se disponía ya de planos de tres de los lugares que se habían propuesto. El edificio ocupaba una superficie de 11.410 metros cuadrados, de los cuales se destinó para el nuevo edificio un rectángulo de 73 por 53 metros.

Amadeo de Saboya, a su paso por Burgos, se dispuso a colocar la primera piedra el 22 de julio de 1872 pero, debido a la abdicación del Rey e instauración y derrocamiento de la República, los trabajos preliminares se demoraron bastante.

Al concurso convocado para el proceso de construcción (que no debía superar las 450.000 pesetas), se presentaron nueve proyectos, de los que la Academia de San Fernando (previo informe de 3 de noviembre de 1874), eligió los tres que le habían resultado más correctos. La Corporación municipal, en acuerdos de 25 y 27 de diciembre de 1875, escogió al arquitecto madrileño D. David Ruiz Jareño para efectuar el proyecto. Las obras no comenzaron su andadura hasta bien entrado 1878.

Tras diversos problemas con el presupuesto (ascendió a 945.173 pesetas), la inauguración oficial del Palacio de Justicia se llevó a cabo el 28 de diciembre de 1883, aunque no fue hasta el 22 de enero de 1887 cuando se llevó a efecto la entrega definitiva del mismo.

En el año 2007, comenzaron unas necesarias obras de rehabilitación del edificio que concluyeron cinco años después. Durante ese tiempo, la sede del Tribunal Superior de Justicia tuvo que trasladarse a otra ubicación.

El Palacio de Justicia ya rehabilitado fue inaugurado el 16 de julio de 2012 en un solemne acto judicial por el entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y siendo presidente del TSJ, José Luis Concepción Rodríguez.

El Palacio de Justicia alberga la sede del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la Fiscalía Superior de Castilla y León, y la Audiencia Provincial de Burgos