Declaración institucional de la presidenta del Observatorio

Autor
Comunicación Poder Judicial

Hoy vuelve a ser un día triste para toda la sociedad española porque otra mujer ha sido asesinada por el único hecho de ser mujer. Es un crimen tan terrible y doloroso como los anteriores, que supone además alcanzar una cifra amarga, inasumible en cualquier sociedad, la de 1.000 mujeres asesinadas desde que en 2003 se creó el registro.

Como presidenta del Observatorio contra la violencia Doméstica y de Género quiero expresar, una vez más y ante todo, mi pésame a la familia, mi repulsa y mi firme condena por estos hechos.

Y quiero también dirigirme a todas las mujeres que sufren violencia y a sus familias para recordarles que no están solas. Hemos avanzado mucho y no podemos dar ni un solo paso atrás, no vamos a bajar la guardia en ningún momento.

Debemos tener esperanza; las víctimas deben tener esperanza. Es posible romper con las cadenas de la violencia. Lo hacen cada año más del 70% de las mujeres que lo padecen. Y ese primer paso es romper el silencio.

España cuenta con un completo sistema que ofrece asistencia a las víctimas, y cuenta con recursos judiciales y policiales creados sólo para protegerlas. Por eso es vital que la víctima o su entorno denuncien. Sólo así podrán adoptarse medidas de protección y frenar la violencia. Sólo así evitaremos la impunidad en estos atentados contra los derechos humanos.

Por último quiero recordar a todas las entidades sociales e instituciones públicas la necesidad de perseverar en las líneas de trabajo marcadas por el Pacto de Estado de 2017. Se lo debemos a estas mil mujeres asesinadas y a todas las que siguen sufriendo hoy la violencia machista. Es el compromiso que hemos asumido para lograr una sociedad más justa y más libre, donde la igualdad sea su eje principal.