Condenado un joven a nueve años de prisión por dar una paliza a su madre

Como consecuencia de las lesiones, la mujer perdió la visión del ojo izquierdo

Autor
Comunicación Poder Judicial

La sección 3ª de la Audiencia de Jaén ha condenado a un joven a nueve años de prisión por un delito de lesiones con la agravante de reincidencia, al considerarlo el autor de una paliza a su madre, por la que la mujer perdió la visión del ojo izquierdo, entre otras lesiones. Además, le condenan a no comunicarse con su madre por cualquier medio ni a aproximarse a ella por un periodo de diez años.

Los hechos considerador probado por la Audiencia ocurrieron el 20 de enero de 2016, cuando el condenado se encontraba en el establecimiento en el que trabajaba con su madre y comenzaron a discutir por motivos laborales y personales. En el transcurso de la pelea, la agredió “empujándola, tirándola al suelo, llegando a pincharle con un bolígrafo en una pierna, dándole varias patadas por todo el cuerpo incluso en la cara, así como fuertes cabezazos, causándole múltiples lesiones que han requerido tratamiento médico y que tardaron en curar 99 días, todos los cuales estuvo impedida para sus ocupaciones habituales, quedándole como secuelas trastorno depresivo, pérdida de visión de ojo izquierdo así como perjuicio estético moderado”.

La resolución señala que “"la pérdida de visión de ojo izquierdo “es imputable al procesado, ya que este sabía lo que hacía y conocía el peligro generado por su acción por lo que puede inferirse racionalmente su aceptación del resultado, que constituye consecuencia natural, adecuada y altamente probable de la situación de riesgo en que deliberadamente se puso a la víctima, por lo que resulta indiscutible que conocía el peligro concreto generado por su acción”.

En este sentido, explica que en el acto del juicio oral, el procesado admitió los hechos denunciados pero matizado que “fue fortuito que su madre, a la que quiere, se diera en el ojo con la cabeza, manifestando que no quería ni tenía intención de causarle lesiones, que discutieron y en la discusión se produjo un forcejeo entre ambos y que se dieron un golpe con las cabezas”, pero que no le dio a su madre una patada, “incurriendo en una clara contradicción con su declaración prestada ante el instructor” así como con las declaraciones del resto de testigos.