El jurado declara culpables por unanimidad a las dos acusadas de un delito de allanamiento de morada en Logroño

También por unanimidad acuerda la suspensión de la pena privativa de libertad, por lo que no ingresarán en prisión

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Comunicación Poder Judicial

El jurado ha emitido por unanimidad un veredicto de culpabilidad para las dos acusadas de allanamiento de morada. Sin embargo, no han considerado probado -por mayoría de siete votos- que las acusadas hubieran intimidado o amenazado a la víctima para permanecer en su domicilio. El Tribunal Popular también ha acordado por unanimidad la suspensión de la pena privativa de libertad, por lo que las acusadas no ingresarán en prisión.

El Jurado estima probado que ambas acusadas permanecieron en el domicilio de la víctima “sin residir en él y en contra de la voluntad de ésta, manifestada en diversas ocasiones, en las que le pidió insistentemente que abandonaran el mismo”

Al no apreciar intimidación y amenazas por los miembros del jurado, el fiscal ha rebajado su petición de 3 años a 18 meses de prisión para cada una y no se opone a la suspensión de la pena si las acusadas indemnizan a la víctima con 3.000 euros por daños morales. En los próximos días el Magistrado Presidente dictará la sentencia en el mismo sentido del veredicto emitido por el Tribunal Popular y fijará la pena a imponer.

El objeto del veredicto constaba de 17 puntos y el jurado ha estimado probados 9 puntos por unanimidad, dos por mayoría de siete votos y otro por mayoría de ocho votos. Cuatro puntos de los 17 que se enunciaban no han sido votados.

El Tribunal Popular considera probado que en septiembre de 2014 una mujer de 53 años decide alquilar un piso en Logroño para cuidar a un familiar enfermo. Seguidamente contacta con una de las acusadas para que se encargue del familiar impedido. En octubre acuerda con ella alojamiento en la casa y un contrato de trabajo tras un periodo de prueba. Días más tarde la acusada pide que su hija también viva en la casa. Poco después la persona enferma a la que deben cuidar es ingresada en el hospital, por lo que su familiar decide prescindir de los servicios de las acusadas. Estas se niegan a abandonar hasta que son denunciadas por la víctima ante la Policía y son desalojadas el 10 de noviembre.