El acusado de agredir sexualmente a su expareja en Vidiago (Llanes) acepta tres años de prisión

El hombre ha reconocido los hechos que tuvieron lugar en marzo de 2016

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Comunicación Poder Judicial

El hombre acusado de agredir sexualmente a su expareja en las inmediaciones del camping de Vidiago en marzo de 2016, ha reconocido los todos los delitos que se le imputaban y ha llegado a un conformidad con el Ministerio Fiscal aceptando tres años de prisión.

La Fiscalía solicitaba inicialmente diez años por estos hechos, pero rebajó su petición inicial al apreciar la circunstancia atenuante de reparación del daño, ya que el encausado depositó con anterioridad los más de 10.000 euros que requería el ministerio público por la agresión sexual y las lesiones ocasionadas, además de por romper el móvil de la víctima.

A su salida de prisión, el joven tendrá que permanecer en libertad vigilada durante cinco años y no podrá residir en la misma localidad que su expareja.

Según recogía el escrito del Ministerio Fiscal el procesado mantuvo una relación sentimental con la denunciante, conviviendo juntos y sin tener hijos en común, cesando la misma aproximadamente en el mes de febrero de 2016. El día 20 de marzo de 2016, el procesado y la mujer coincidieron en las gradas del estadio del Racing de Santander, iniciándose una discusión entre ambos, lo que motivó que la mujer decidiese abandonar el lugar.

Una vez finalizado el partido, la mujer se dirigió en su vehículo hacia su domicilio, situado en Gijón. El procesado, que supo que la mujer regresaba a Asturias en coche, procedió a seguirla con su vehículo por la A-8. Sobre las 20.00 horas de ese día, cuando el procesado consiguió darle alcance a la altura del Camping de Vidiago (Llanes), la llamó por teléfono, para que parase el vehículo, colocándose a su altura en el carril de adelantamiento, llegando a rebasarla, hasta ponerse delante de ella y señalizando en la salida de la autopista.

La mujer, ante la situación de temor y angustia que la presencia del procesado le generaba, accedió a detener su vehículo, estacionando el mismo junto al del procesado en una zona de gravilla. Una vez se bajaron de sus respectivos vehículos, iniciaron una discusión, en el transcurso de la cual, el procesado le arrebató el teléfono móvil y se lo tiró a la carretera. Acto seguido, le propinó varias patadas y la agredió sexualmente. A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió lesiones de las que fue atendida posteriormente en el Hospital de Cabueñes de Gijón.