Abren juicio oral a la acusada de matar a su novio y arrojarlo al mar en un bidón en Las Palmas

Según el auto de la magistrada Virginia Peña, la investigada mató a su esposo a puñaladas y lo tuvo tres meses oculto en un tonel. La juez acusa a la investigada de delitos de homicidio o asesinato, estafa y apropiación indebida

Autor
Comunicación Poder Judicial

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número dos de Telde (Las Palmas) Virginia Peña ha dictado auto de apertura de juicio oral contra S.M.Q.N., una mujer acusada de estafar a su pareja, acabar con su vida, ocultar el cadáver en un bidón durante tres meses y finalmente arrojarlo al mar con la ayuda de una encubridora, en la primavera de 2016.

El auto concluye la investigación del caso y lo remite a la Audiencia Provincial de Las Palmas, imponiendo a la presunta homicida una fianza de 200.000 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias en las que pudieran incurrir, ordenando el embargo de bienes en caso de impago.

La resolución judicial también se dirige contra la supuesta cómplice de la investigada en el intento de desaparición del cadáver, Vicenta M.S.S., que será enjuiciada como presunta encubridora.

El auto dimanante de las diligencias previas 2143/2916 del Juzgado de Instrucción número 2 de Telde considera probado que sobre el mes de noviembre de 2014, S.M.Q.M, con antecedentes por estafa, comenzó una relación sentimental con D.G.C., con el que comenzó a convivir en enero de 2015. En octubre de ese año la pareja se mudó a la ciudad de Telde con el segundo hijo de ella.

S., afirma el auto, ocultó a su pareja “la existencia de un hijo anterior, al que presentaba como su sobrino” mintiéndole también “sobre su vida familiar y profesional”.

Al saber que su pareja albergaba fervientes deseos de ser padre y tenía dudas sobre su relación sentimental, sigue la magistrada instructora, la acusada le “mintió diciéndole que estaba embaraza de gemelos, noticia que ambos compartieron con sus familiares y amigos, a quienes se les comunicó la fecha programada para el parto el 28 de febrero de 2016”.

En el mismo mes de febrero de 2016, la acusada puso un aviso en internet anunciando la venta del coche de su pareja, y contactó con un comprador que lo adquirió por 500 euros.

De esta operación no supo nada el compañero de la investigada, que en 22 de febrero de ese mismo año denunció ante la policía el robo del vehículo.

El homicidio

“Ante la inminencia de que su pareja descubriera sus engaños”, sigue el auto, en fecha no determinada pero comprendida entre el 26 de febrero y el 4 de marzo de 2016, S. mató a D.G.C.

Estando ambos en el domicilio de Telde, relata, le asestó una puñalada en la región axilar y dos en el trapecio izquierdo, propició que se golpeara en la cabeza al caer al suelo y lo dejó desangrándose en el piso, mientras ella abandonaba el domicilio.

La autoridad judicial considera probado que el 4 de marzo de 2016 la imputada acudió a un conocido centro comercial de Telde y allí adquirió “un bidón de 210 litros y cinta americana, donde medió el cuerpo de D., lo selló con la cinta y se fue a vivir a Las Palmas [de Gran Canaria]”.

Tras la muerte de D., y “con la finalidad de enriquecerse de forma ilícita”; sigue el auto, S. M.Q.N. “hizo creer a los padres y familiares de aquél que el día 28 de febrero de 2016 había dado a luz en el Hospital Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria a dos gemelos, uno de los cuales tenía problemas cardíacos, lo que supuestamente les obligó a trasladarse a Madrid para recibir tratamiento médico, haciéndose pasar mientras tanto por D. a través del chat familiar de WhatsApp y de mensajes personales y fotos descargadas de Internet de niños intubados y con bajo peso, lo que le permitió obtener dinero que le ingresaban en dos cuentas corrientes, una de ellas de su titularidad y otra de su pareja, recaudando en total 415 euros”.

Siempre según la resolución que abre la fase de juicio oral, durante los meses de marzo y abril de 2016 el cadáver de D. permaneció en el bidón en el domicilio de Telde, si bien en algún momento S. pidió a una amiga que le ayudara a limpiar la vivienda, “sin que se haya acreditado ni la cantidad de sangre que limpió ni que ésta tuviera conocimiento de su origen, todo ello a cambio de una nevera, una lavadora y un microondas, tasados en 354 euros, propiedad del titular de la vivienda”, que hoy reclama esta suma.

Con el cadáver a cuestas

“Con pleno conocimiento del inminente lanzamiento de la vivienda alquilada por impago de la renta” detalla la magistrada Peña, “el 9 de mayo de 2016 S. M.Q.N. trasladó el bidón con el cadáver de D. desde Telde hasta la c/ Anzofé en Las Palmas de Gran Canaria, domicilio de su amiga Vicenta, quien no sólo le permitió que lo depositara en la azotea de su vivienda, sino que al día siguiente le ayudó a trasladarlo desde allí hasta la c/ Jerez de Las Palmas de Gran Canaria, con pleno conocimiento de su contenido porque en el traslado se desató la cinta de embalaje quedando abierta la tapa”.

El día 12 de mayo de 2016, concluye la resolución, la coacusada Vicenta ayudó a su amiga a trasladar el cadáver en el bidón “a plena luz del día por el Paseo del Confital a pesar del fuerte olor que desprendía el cuerpo en descomposición, por lo que rociaron el bidón con una botella de lejía perfumada y lo transportaron hasta una zona frecuentada por pescadores donde lanzaron el bidón al mar al anochecer”.

A primera hora del día 13 de mayo de 2016, el cadáver de D. fue hallado cerca de la orilla a escasos metros del lugar donde fue arrojado, finaliza el relato.

El auto de apertura de juicio oral dictado por la magistrada Virginia Peña sólo es susceptible de recurso en referencia a la situación personal de la acusada, en prisión provisional. El Ministerio Fiscal ya evacuó sus conclusiones provisionales sobre el caso en el verano de 2018, solicitando un total de 19 años de cárcel para S. -por un delito de homicidio y dos de estafa- y dos para su supuesta encubridora.